Una de bandoleros
El gobierno de Rajoy decidió quitar una paga a los trabajadores públicos. La extra de navidad. Trabajadores públicos de las administraciones central, autonómica o local. Por lo tanto, también para quienes tienen su nómina dependiendo del Ayuntamiento de Corella.
Nosotros no lo compartimos. Como concejales del Ayuntamiento de Corella, presentamos una moción que, buscando el apoyo del resto de grupos, evitara semejante aberración. Es una decisión con la que no estamos de acuerdo, no estamos conformes con suprimir una paga a las trabajadoras de la residencia, a los trabajadores de brigada, a los conserjes de los colegios o cualquier otro trabajador del ayuntamiento. No estamos conformes por muchos motivos.
Primero, porque consideramos que nadie puede tener derecho a cambiar unilateralmente las normas por las que como trabajadores por cuenta ajena fuimos contratados, y aquí, como simples bandoleros, han decido cobrar un impuesto revolucionario con el beneplácito de algunos gobernantes, que se amparan en que ellos no tienen la culpa. Mienten, porque hay solución, se les dio en el pleno del día 16 de agosto y no la aceptaron.
Segundo, por insolidario. Si todos los ciudadanos que trabajan en este país decidimos salir del bache aportando una parte de nuestro sueldo, adelante, pero no puede ser que siempre, de la manera más fácil, se intente solucionar el desastre creado por otros: bancos y políticos inmorales a partes iguales.
Tercero, porque vuelven a caer en el simplismo con sus decisiones económicas apoyando una decisión absurda. Se dice desde Madrid, que con esta medida se conseguirá reducir el gasto público pero sin tener en cuenta las repercusiones que tiene en la actividad económica local. Si a una parte de los trabajadores se les quita parte de su capacidad de gasto en unas fechas tan significativas como la navidad ¿qué ocurrirá con el comercio?.
Y aunque podríamos continuar con muchos más argumentos, lo dejamos en el cuarto. Nos venden que es necesario. Que “estas reformas” van por el buen camino. Y mienten, mienten porque no son reformas, son solo parches, como quien para evitar que se hunda el barco tapa los agujeros del casco con las manos y quita la mano de un agujero para tapar otro. Hay que reformar, no parchear. No se pueden mantener estructuras administrativas creadas para épocas de bonanza y parchear bajando el sueldo a los trabajadores. Reducir con valentía administraciones como hemos propuestos con la Mancomunidad de Aguas del Moncayo es el camino. Acomodar la realidad económica actual a los gastos administrativos del Ayuntamiento de Corella debe ser el objetivo. No dar un sablazo al sueldo de quienes merecen lo que ganan porque lo trabajan.
Demagogia
Cuando no hay mucha capacidad de réplica nos insultan o nos llaman demagogos. En este asunto no podía ser menos, de nuevo nos tocó ser insultados por nuestro Alcalde. Esta vez le llamo “listillo” a nuestro portavoz y volvió a acusarnos de hacer demagogia con nuestra propuesta.
Y todo porque el Alcalde parece ser que se considera que tiene arte o parte de la injusticia que comete Rajoy con los trabajadores públicos. Pero no, el tener un sueldo de cargo público por dedicación exclusiva no te hace ser trabajador público, no te hace parte común y menos cuando su sueldo es de su nivel económico tan elevado. Sueldo que se ve complementado con dietas por asistencias a muchos otros órganos. Dietas más importantes que el sueldo de cualquier trabajador del Ayuntamiento.
Renunciar a una de las catorce pagas anuales cuando se cobran 2.866€ brutos catorce veces al año, nada tiene que ver con quien no llega a los 1.000€. Si además el sueldo se complementa con 200€ por cada una de las muchas reuniones en la Mancomunidad de Aguas del Moncayo, más otro tanto por las asistencias la Mancomunidad de la Ribera o los 4.000€ por el puesto a dedo que le han dado a nuestro Alcalde como vocal de una empresa del Gobierno de Navarra (Ciudad Agroalimentaria Tudela) resulta inmoral pretender compararse con un trabajador público.